El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha trasladado su preocupación sobre los posibles problemas legales y económicos con respecto a la decisión de El Salvador de convertir Bitcoin (BTC) en moneda de curso legal paralela, lo que dificulta las perspectivas de un programa respaldado por el FMI.
El Salvador se ha convertido en el primer país del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal y Nayib Bukele, presidente del país, promociona su uso por el potencial de la criptomoneda para ayudar a los salvadoreños que viven en el extranjero a enviar remesas de dinero en casa.
Sin embargo, esta decisión plantea una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales que requieren un análisis muy cuidadoso. Estas preocupaciones han provocado que los inversores extranjeros, también preocupados por el acuerdo con el FMI, hayan exigido primas más altas para mantener la deuda de El Salvador.
El diferencial en el índice diversificado global de JPMorgan EMBI sobre los valores del Tesoro de Estados Unidos subió 61 puntos básicos (bps), para llegar a los 683 bps el jueves, el nivel más alto desde el 22 de febrero.
El éxito de esta decisión dependerá en gran medida de la capacidad de Bukele, que controla el poder político en el país, de poder controlar el gran déficit fiscal consolidado de El Salvador.
El proyecto de ley, por sí solo, no sirve para disipar las dudas sobre la viabilidad del proyecto, ni agrega confianza en el desarrollo, ni en la participación del FMI en el mismo.