Chainlink es uno de los proyectos más relevantes dentro del ecosistema de las DeFi, ya que proporciona un servicio vital para que estas y otras plataformas puedan funcionar: un oráculo descentralizado, seguro y confiable.
El origen de Chainlink se remonta a 2014, cuando un grupo de desarrolladores: Steve Ellis, Ari Juels y Sergey Nazarov iniciaron el proyecto SmartContract.com, con la idea de crear una serie de infraestructuras descentralizadas capaces de crear puentes de comunicación entre el mundo real y las blockchain públicas.
En 2017, el grupo de desarrolladores publicó un whitepaper en el que presentaron Chainlink, describiendo el protocolo de oráculo descentralizado que ejecutarían sobre la blockchain de Ethereum (ETH).
A pesar de ser solo una idea sobre papel, los inversores respaldaron el proyecto con una inyección de 32 millones de dólares, lo que hacía pensar que era un proyecto de futuro.
Al contrario que otros proyectos criptográficos, Chainlink avanzó deprisa y las primeras pruebas de su protocolo tuvieron lugar el 1 de junio de 2019, cuando se lanzó con éxito la red principal de Chainlink, forjando uno de los principales pilares del funcionamiento de los protocolos DeFi actuales.
¿Qué es Chainlink?
En resumen, Chainlink es un servicio que funciona como puente entre el mundo real y las blockchains sobre las que ejecutan las dApps, es decir las aplicaciones de finanzas descentralizadas. En pocas palabras, es un grupo de oráculos que conectan los dos mundos, de modo que se puedan enviar órdenes desde el mundo real a la blockchain.
Los oráculos son una de las herramientas que utilizan las blockchain para interactuar con el mundo real. Son un medio que permite llevar información desde el mundo real, por ejemplo desde la interfaz de una dApp, a la blockchain, para que los smart contracts puedan ejecutar acciones de acuerdo a la información requerida. En pocas palabras, es un puente entre el mundo descentralizado de las blockchain y el mundo físico, de finanzas tradicionales.
Chainlink es una gran red de oráculos descentralizados que permite crear una infraestructura de funcionamiento autosustentable, segura y descentralizada.
¿Cómo funciona Chainlink?
Chainlink funciona mediante una red de nodos llamados Chainlink Nodes (CN). El objetivo de estos nodos es ejecutar un programa que vigila los datos provenientes del mundo real, alimentado con estos datos los smart contracts que están funcionando en Ethereum.
Para asegurar que los datos de los nodos son correctos, Chainlink obtiene información desde muchos nodos de forma aleatoria. Con esta información genera un consenso entre las respuestas obtenidas, tomando como válida la respuesta indicada por la mayoría de los nodos. Como medida de protección contra manipulaciones, Chainlink utiliza la teoría de juegos, además de incentivos.
Para los operadores, Chainlink ofrece recompensas económicas a cambio de respuestas correctas. Cuánto más exacta es la información, mejor es la compensación económica en forma de LINK, el token nativo de la red. Por el contrario, la manipulación o degradación de los datos, supone la imposición de una multa.
Los smart contracts funcionan con un sistema seccionado:
- Contrato de reputación: En primer lugar, un contrato de reputación, que asigna una reputación a cada nodo dentro de la red, en función de la calidad de la información.
- Contrato de coincidencia: En segundo lugar, un contrato de coincidencia de pedidos, que acumula información de los nodos.
- Contrato de agregación: Finalmente, un contrato de agregación, que recopila todas las respuestas de los nodos y analiza los datos para ofrecer una respuesta al solicitante.
Los solicitantes pueden pedir información directamente a la red a Chainlink o a un grupo de nodos concreto.
Los smart contracts en Ethereum (ETH) son muy importantes, pero la columna vertebral del proyecto son los nodos y sus operadores. Los operadores trabajan sobre redes de oráculos descentralizadas, por lo que obtienen datos externos de forma segura, y son los encargados de ofrecer información confiable a los smart contracts.
LINK, la moneda nativa de Chainlink
El token nativo de Chainlink es LINK. Se trata de un token ERC-20, ya que funcionan sobre Ethereum. Este token sirve como incentivo para que los operadores no manipulen los datos y ofrezcan la mejor información posible. Los tokens LINK se acumulan por cada nodo instalado y por cada solicitud de información atendida de forma correcta. Cuanto mejor sea la calidad de la información, más tokens se reciben.
En cierta manera, son similares a las monedas de acuñación nueva en Bitcoin (BTC), ya que son el pago por un trabajo realizado. El tenedor de los tokens LINK puede cambiarlos en Binance, Huobi Global, Coinbase Pro, OKEx, FTX, Kraken o Upbit.
¿Cuál es el futuro de Chainlink?
El principal problema de las blockchain basadas en smart contracts es su falta de conectividad externa, lo que crea limitaciones a la hora de que los desarrolladores y operadores creen smart contracts.
Chainlink, en cambio, expande la capacidad de los smart contracts al permitir el acceso a datos, eventos, pagos y más funcionalidades del mundo real, sin sacrificar seguridad o fiabilidad, lo que garantiza que soluciona uno de los grandes problemas de las blockchain.
Con más de 19.000 operadores trabajando en Chainlink, el proyecto tiene una buena trayectoria y va camino de convertirse en una red de oráculos completamente descentralizada. Esta proyección optimista se nota también en el precio de su token, que no deja de subir.
Sin embargo, Chainlink se enfrenta a algunas dificultades, ya que depende de las tarifas de gas de Ethereum que, en estos momentos, son muy altas, lo que supone un problema. Sin embargo, con la llegada de ETH 2.0, que reducirá el coste de las transacciones, el proyecto puede crecer mucho.
Conclusiones
Chainlink es un oráculo descentralizado con gran capacidad de extensión, por lo que puede proporcionar información de casi cualquier cosa, algo que es posible gracias a su infraestructura extensible.
Además, se trata de un proyecto descentralizado, con un funcionamiento centrado en la seguridad y la exactitud de los datos que se otorgan a cada smart contract. Sus nodos son sencillos de instalar, lo que permite la masificación de nodos en la red.
El modelo económico del protocolo ofrece buenas ganancias, siempre que se presten los servicios de forma correcta y el sistema está basado en software libre, por lo que se pueden verificar todas las instancias de funcionamiento.
Por otra parte, sigue sufriendo problemas de seguridad y privacidad. Además, es susceptible a ataques Sybil, que pueden manipular los datos, por lo que todavía tiene que mejorar en este aspecto.