Ripple no planea llegar a un acuerdo con la SEC de EEUU, sino que ha confirmado que está más que dispuesto a ir a juicio para que el mercado de las criptomonedas sea lo más justo posible.
Hace nueve meses, la SEC acusó a Ripple de ofrecer valores no registrados, una afirmación que desde Ripple siempre han negado.
Como ninguna de las partes ha llegado a un acuerdo, el resultado es un juicio que tendrá un efecto dominó en la industria de la criptografía.
Brad Garlinghouse, CEO de Ripple, ha señalado que están seguros de tener razón, por lo que seguirán luchando agresivamente para probar su punto de vista. En este sentido, también espera que, a través de este caso, se obtengan una legislación clara para la industria en EEUU.
Como resultado de la investigación, se ha descubierto que la SEC no jugó limpio, ya que no envió ninguna notificación razonable a Ripple, ni dejó claros los escenarios cuando estos buscaron ayuda.